Pocas bandas y/o artistas a inicios de este nuevo siglo reflejaron tan vívidamente en sus canciones la incertidumbre pre y post-milenial como
Grandaddy, proveyendo el soundtrack para una época que ya empezaba a caracterizarse por la dependencia de los seres humanos a la tecnología, lo que con algún giro de tuerca (y un tono ciertamente pesimista) encontró lugar dentro de sus líricas. Formados en Modesto (California) en 1992, el grupo ha tenido un
line-up estable compuesto por
Jason Lytle (voz, guitarra, teclados y composición),
Jim Fairchild (guitarra),
Kevin García (bajo),
Tim Dryden (teclados) y
Aaron Burtch (batería), si bien el núcleo principal de sus grabaciones reside en el trabajo que Lytle efectúa de manera casi solitaria en el estudio. En sus primeros años de existencia editaron de forma autogestionaria varios casettes, singles y EP's (material reunido luego en compilatorios como
The Broken Down Comforter Collection y
Concrete Dunes) hasta que en 1997 debutan de manera oficial con
Under the Western Freeway, con lo que llaman la atención de la prensa musical, logrando reseñas positivas a ambos lados del Atlántico e incluso teniendo un tema (
"A.M. 180") como parte de la banda sonora de
28 Days Later (
Exterminio), la película de Danny Boyle. Sería sin embargo con su siguiente álbum, el espléndido
The Sophtware Slump (2000), que la música de Grandaddy da un salto cualitativo, dejando de lado el lo-fi que había signado a sus lanzamientos previos y creando una obra de fuerte caracter conceptual que le trajo comparaciones con el venerado
OK Computer de
Radiohead, sobre todo por girar a nivel temático en torno a tópicos diversos vinculados a la creciente alienación en la era posmoderna.
Sumday (2003), proponía una continuación lógica a esas cuestiones, tanto a nivel musical como de imaginario y también con resultado sobresaliente, en tanto que
Just Like the Fambly Cat (2006), sería el último disco del grupo en su primera etapa antes de anunciarse su disolución. Posterior a ello, no era raro imaginar que sus miembros se embarcarían en proyectos individuales y es así que el guitarrista Jim Fairchild lanza 4 producciones bajo el alias
All Smiles y se une a
Modest Mouse de manera intermitente entre el 2005 y 2009, mientras que Jason Lytle editaría varios álbumes en plan solista (a destacar
Yours Truly, the Commuter del 2009 y
Dept. of Disappearance del 2012) y, junto al baterista Aaron Burtch, forma parte de
Admiral Radley, con quienes graba
I Heart California en el 2010.
Luego de que la banda se reuniera en el verano boreal del 2012 con la intención de hacer algunos shows en USA y Reino Unido, no era una quimera pensar en que Grandaddy pudiera reaparecer con material nuevo, más cuando
Just Like the Fambly Cat dejaba un cierto sabor a cosa inconclusa y -a decir de Lytle- la camaradería grupal no había desaparecido, avocándose entonces en el último par de años a la tarea de componer material para un posible nuevo disco acreditado al conjunto.
Last Place (30th Century Records, 2017) no pretende ser una puesta al día de su sonido, sino un simple recordatorio de porqué fueron en un momento dado una de las alineaciones más entrañables del indie americano. De saque con la animada "Way We Won't" (que fue el primer adelanto de la placa, lanzado en setiembre último) y ese contagioso riff de sintetizador tan de la casa (una constante), lo que sigue es una serie de temas que reiteran el carácter que el grupo había mostrado en su obra previa, tal como en "Brush with the Wild" (de cierta similitud a
"Now It's On"), "Evermore", "The Boat is in the Barn" y la enérgica "Chek Injin". La consigna pareciera ser "esto es lo que eramos y es lo que somos", aunque la diferencia más saltante reside en que a nivel lírico Lytle no le da exclusividad a las fantasías distópicas sobre robots y artefactos eléctricos, sino también se siente el influjo de la separación de su esposa y posterior divorcio luego de una década de vínculo sentimental, lo cual es notorio sobre todo en la segunda mitad (que es la mejor, si me preguntan). Un título como "I Don't Wanna Live Here Anymore" resulta obvio al respecto, aun a pesar de su melodía ligerita, pero es a partir de ese punto que tenemos de vuelta al Grandaddy
más introspectivo, lo que es patente en tracks como "This is the Part" (que recuerda musicalmente en algo a la excelsa
"He's Simple, He's Dumb, He's the Pilot" del 2000) y "A Lost Machine" (lo mejor del disco en mi opinión, con base en un melancólico piano y con un emotivo crescendo) e incluso haciendo uso de la autoreferencia en "Jed the 4th", breve pieza en la que le dan continuidad a la historia de
"Jed The Humanoid" de
The Sophtware Slump.
Last Place culmina en una nota suspensiva y esperanzada con la acústica "Songbird Son", que representa un remanso para el desborde emocional mostrado en los temas que lo anteceden y en la que Lytle parece poner punto final a la relación, al menos de forma textual. Tratando de darle una conclusión a estas líneas, creo que es dificil que éste set de canciones le ganen nueva hinchada a
Grandaddy, más bien retoman directamente donde se habían quedado hace 10 años y está sin duda dirigido a los fans que los extrañaban, así que viéndolo desde ese punto el álbum cumple solventemente con lo esperado, aunque habría que constatar si en entregas próximas (
"al menos una más", prometió Lytle en una
entrevista reciente a Paste Magazine) haya más sorpresas de las que
Last Place proporciona. Pero vaya que es un gusto el poder tenerlo(s) de vuelta.